jueves, 19 de abril de 2012

¡ Expedientes ya !

Joan Font Rosselló
LA BESTIA catalanista se le ha subido a las barbas al conseller Rafael Bosch y ya no hay vuelta atrás. Lo mejor es que Bosch dimita y se tome unas merecidas vacaciones por la tensión acumulada. Era previsible que así sucediera y así lo anunciamos algunos. Bosch sabía de primera mano, no en vano era director general y mano derecha de Francesc Fiol, cómo las gastan los nacionalistas cuando se cuestiona el altar sagrado ante el cual se arrodillan: la lengua catalana. Fiol reconocía abiertamente la hostilidad con la que era recibido en muchos centros públicos y ello a pesar de la timidez de sus medidas a favor del bilingüismo. Bosch no era nuestro hombre, está claro, el hombre con redaños que necesitaba Bauzá para enfrentarse al mayor movimiento totalitario organizado y bien vertebrado que existe en las Islas. Era previsiblen–inevitable y necesaria, además– una batalla larga y cruenta, pero así son las batallas que emprende la civilización contra la barbarie.

Los nacionalistas nunca dejan otra opción. Templar gaitas o contemporizar con ellos sólo sirve para envalentonarlos todavía más. En una democracia, cuando se cuenta con la legitimidad de mayorías absolutas holgadas en Palma y Madrid, y máxime cuando la cuestión de la libertad lingüística figura en el frontispicio de un programa electoral que ha sido ratificado por las urnas, es obvio que la política lingüística la debe marcar el Govern, no la deben marcar ni las asociaciones de padres,ni los profesores, ni los claustros, ni los alumnos, ni la OCB, ni el PSM, ni la UIB por muchas pretensiones que tenga su rectora.

El PP no ha engañado a nadie salvo a los que creíamos en la libre elección. Los catalanistas sabían perfectamente que las cosas no volverían a ser como antes si vencía el PP en mayo de 2011.

No hay nada más conservador que un funcionario. Ni más cobarde. En cuanto le tocan la nómina, los chillidos se oyen en la Conchichina.Con unos cuantos expedientes administrativos a los cabecillas, con unas pocas sanciones pecuarias leves, con la destitución de los directores rebeldes y su sustitución por funcionarios de la comunidad, las bobadas, los lacitos y el victimismo se habrían desvanecido como por arte de ensalmo. La cobardía de Bosch y su serial de renuncias desde que accedió al cargo –recordemos el precedente del IES Porreres– han sido la fortaleza del catalanismo que ha ido creciendo conforme el conseller contemporizaba y «feia sa pasta blana», como decimos en mallorquín. Mal, muy mal, Bosch. Es preferible perder un año académico y someter al búnke nacionalista de una vez por todas que tenerles que soportar treinta años más. Queremos su derrota sin paliativos porque significa el triunfo de la libertad y la democracia.

Las razones para expedientarles son de dominio público. Un funcionario o un empleado público que confunde su función profesional con sus convicciones políticas y además alardea de ello, negándose a cumplir una orden estricta de la directora general, es motivo más que suficiente para abrirle un expediente.

Si los profesores y directores díscolos se quieren dedicar a la política, que se presenten a las elecciones con el PSM, CxI, ERC ó el PSIB, que dejen la docencia para la que ellos solitos se inhabilitan. Estos rebeldes de salón (saben a ciencia cierta que no les pasará nada, por esto se atreven a acusar de franquista al Govern aunque olvidan que con Franco nunca se habían atrevido a hacer lo que hacen) muestran su incapacidad para aprehender lo que es una sociedad abierta y plural, donde por definición hay diferencias políticas de todo tipo y que, a diferencia de los movimientos totalitarios, se distinguen precisamente por la ausencia de proyectos colectivos que obliguen a sus ciudadanos.

Más allá de la incompatibilidad entre quien no deslinda entre enseñar y adoctrinar, entre sus opiniones personales y la función docente a la que todos, nacionalistas y no, contribuimos con nuestros impuestos, lo que están reflejando todos estos vídeos que están proliferando en los institutos de la Part Forana es el pobre nivel intelectual, ético y sobre todo estético de un profesorado que hasta hace bien poco se identificaba con la cultura, palabra que no dejan de babear a la mínima oportunidad. A la vista de estos penosos mimbres, ¿cree alguien que puede alcanzarse una enseñanza de calidad? ¿Acaso puede creerse alguien que las tasas de fracaso escolar en una comunidad que tiene un profesor por cada diez alumnos (sí, han leído ustedes bien) son fruto del insuficiente gasto destinado a la educación pública?

Siempre ha sido un rasgo constitutivo de los movimientos totalitarios aprovecharse de las mentes tan inflamadas como acríticas de los jóvenes para adoctrinarlos y manipularlos en la fe verdadera. El nacionalismo muestra nuevamente sus inconfundibles raíces. Acríticas no significa que sean críticos con sus padres, el capitalismo, los Estados Unidos, los banqueros o el statu quo (de hecho, la «virtudes ciudadanas» que reciben no tienen otro objetivo) sino que no disponen de todos los elementos (precisamente,
porque sus profesores se los han hurtado) para formarse una opinión propia.

La política es cosa de adultos, no cosa de niños y menos de adolescentes fanáticos que se creen saberlo todo cuando no saben nada de nada. Todos hemos pasado por el trance y sabemos de lo que hablamos. Política significa la oportunidad de confrontar ideas de tú a tú, discusión entre iguales, horizontalidad entre sus participantes. Al contrario, la enseñanza, la buena enseñanza, debe ser vertical y conservadora, precisamente porque su objetivo es transmitir un legado, de ahí la obligada jerarquía que se establece entre quien enseña y quien aprende, un ejercicio imposible si el docente no tiene una autoridad que le confiere su mayor sabiduría y competencia. La escuela no es ni debe ser un foro público. En las sociedades democráticas no faltan espacios para el libre intercambio de ideas. El peor legado que podemos dejar a las nuevas generaciones es convertir los colegios e institutos en «falansterios de convivencia» cuyos únicos frutos sean rebeldes sin causa, intolerantes, ignorantes y politizados, como los narcisos que aparecen en los vídeos de estas últimas semanas. Tal vez éste sea el sueño de las minorías totalitarias pero indiscutiblemente no lo es para todos los demás, la inmensa mayoría.

De El Mundo, martes 16 de abril del 2012.

2 comentarios:

  1. Amem, te xerraré amb sa nostra llengua, sa de ses Illes Balears, es català. No se si t'has quedat a gust amb totes aquestes imfàmies i mentides que estàs dient mitjançant aquest blog, però vaig a rectificar-te algunes dades que dones com a certes, però que no ho són, i a demostrar-te que no ets sa millor persona per parlar de cultrua, ja que d'això, tú en tens molt poca.

    Per lo que fa a nes tema de sa llengua. No sé exàctament lo que vols dir, ja que sa teva conducta totalitarista castellanista no hauria de combragar amb una pàgina que defensa una llengua inexistent, com és es Mallorquí (ja que aquesta és una variant dialectat, com podries comprovar si obrissis un llibre de lingüística de qualsevol autor i en qualsevol llengua, anglès, castellà, català, xinès, francès, àrab, etc.).

    Pel que fa al tema del professorat, crec que si vostè defensa un sistema vertical d'educació, sembla que el que vostè exposa aquí és una contradictio in terminis. Com vostè defensa, el sistema educatiu, tot i que jo no comparteixo la meva opinió amb vostè, el sistema educatiu haura de ser vertical i on els alumnes no haurien de tenir llibertat per pensar i ningú hauria d'objectar la feina del professora, molt bé, i què fa vostè? Criticar-los. Ítem, voldria afegir que l'escola ha estat concebuda com un espai on hi hagi un lliurepensament, on tothom pugui mostrar les seves opinions, debatir-les i treure la seves conclusions o a trobar una línia de pensament. Sinó, com vol vostè que aquesta gent, quan sigui adulta, pugui exercir la democràcia. Si l'escola només adoctrina un pensament únic, l'únic amb que ens trobarem serà amb un totalitarisme on tota divergència de pensament pugui ser condemnada. Si a l'escola no ensenyen als nins i nine sa pensar per ells mateixos i a ser crítics amb el món que els envolta, com pretén vostè que aquests estiguin preparats per la vida adulta? Finalment, pel que fa aquest tema del professorat, confirmo i corroboro, per experiència pròpia, que no hi ha 10 alumnes per professor, sinó que n'hi ha, en moltissims de casos més de 40. Hi ha una clara manca de professorat per poder tenir una doncència de qualitat, però sembla que el govern no se n'adona i obta per retallar professorat. La societat balear té dret natural d'una educació pública i de qualitat.

    Finalment, pel que fa al tema cultural, vostè exposa que el professorat actual no té ni idea de cultura. M'agradaria saber quina és aquesta manca de cultura. La cultura mallorquina és la que ens ensenyen aquests docents i ens ensenyen que la nostra llengua, li agradi o no, és el català i el castellà, que la llengua natrual de les Illes Balears és el català i que el que hem de fer, com a bons balears, és defensar i estimar la nostra llengua i la cultura, que és allò que ens identifica com el què som i que ens omple d'orgull poder presumir davant el món d'aquesta immensa riquesa que hem heretrat des de tota la història.

    Amb tot això, vull que vostè dugui a terme, a nivell personal, una reflexió sobre aquests temes i que se n'adoni que la població catalanoparlant de les illes, i que ha votat el PP, però no la substitució lingüística, no té un pensament uniforme ni totalitarista, sinó obert i plural, a diferència del govern actual, que a cop de decret vol dur a terme una rompuda amb el substrat cultural balear.

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.